El mundo de hoy en día poco tiene que ver con el de hace poco más de veinte años. Los cambios políticos y sociales, smartphones, la pandemia, los cambios de los métodos de consumo como el delivery o el streaming, por no hablar de la domótica.

Cuando hacemos cambios en nuestro hogar, tendemos a pensar que es para siempre, sin embargo es posible que después de un tiempo nos cansemos de la distribución de nuestro hogar o queramos cambiar los elementos a su alrededor. Es posible que hayamos visto algo en algún sitio que nos haya gustado y queramos probar o simplemente necesitamos darle una vuelta a cómo tenemos decorados los espacios.

El mundo de hoy en día poco tiene que ver con el de hace poco más de veinte años. Los cambios políticos y sociales, smartphones, la pandemia, los cambios de los métodos de consumo como el delivery o el streaming, por no hablar de la domótica.

Cuando Mies Van Der Rohe comenzó a desarrollar el concepto del espacio encerrado en una caja de vidrio, varios fueron los conceptos en los que se apoyaría y que aplicaría en
sucesivos proyectos: por un lado, la relación del hombre con su entorno, del interior al exterior, a través de la “caja de cristal”.

Puede que pienses en el baño como un espacio puramente funcional y que no necesites más decoración de la necesaria. Sin embargo esta estancia se ha convertido en un refugio para la relajación, el cuidado personal e incluso un espacio para pensar en nuestra vida.

Vivimos tiempos convulsos. Pandemias, guerras, desigualdad… Por tanto, saber encontrar la paz en tu hogar es más importante que nunca. La relajación en el hogar viene dada por muchos factores, pero la mayoría de psicólogos y especialistas coinciden en que la decoración y la forma en que mantienes tu hogar son uno de los elementos básicos para calmar el alma y encontrar el relax que afuera es posible que no veamos.

Cuando hacemos cambios en nuestro hogar, tendemos a pensar que es para siempre, sin embargo es posible que después de un tiempo nos cansemos de la distribución de nuestro hogar o queramos cambiar los elementos a su alrededor. Es posible que hayamos visto algo en algún sitio que nos haya gustado y queramos probar o simplemente necesitamos darle una vuelta a cómo tenemos decorados los espacios.

El espacio personal es uno de los conceptos más valorados de nuestro tiempo. Por un lado, nuestra individualidad se ve reforzada por nuestra personalidad y nuestra “marca personal” y que constituyen el espacio del yo y de nuestro cuerpo.