Es posible que nunca hayas oído hablar de los distintos tipos de minimalismo. Un estilo que busca simplificar todos los aspectos de nuestra vida, darle más sentido y mejorar nuestro bienestar.
Dentro de ese marco, hay una tendencia que está arrasando los últimos años. Se trata de una mezcla de varios estilos minimalistas que busca la calma interior y que busca sus referentes en la naturaleza para mantener la armonía en colores que por lo general nos recuerdan a los meses estivales. Fusiona, por tanto, el estilo nórdico con ciertos toques de estética Japandi y los ambientes mediterráneos para lograr espacios despejados, elegantes y que generen una sensación hogareña que como su nombre indica, genere calidez.
Características originales
Del mismo modo que en el minimalismo, se busca conseguir transmitir lo máximo con los menores elementos posibles, sin embargo, mantener algunos elementos originales e históricos de la casa es un paso clave que lo diferencia. Precisamente mediante el uso de materiales es donde el estilo cobra intensidad respecto al minimalismo tal y como lo conocemos habitualmente. La madera, el cemento y las piezas artesanales cobran importancia en la decoración a la hora de transmitir esos tonos neutros pero cálidos que buscamos aunque sin olvidarnos del mobiliario.
Como en muchas otras estéticas en las que alardean de su calidez, en esta también encontramos mucha madera orgánica con la que jugar para potenciar la luz que entra a la casa, una de las esencias de este minimalismo. No todo tipo de maderas generan el ambiente que deseamos, por eso se recomiendan aquellas claras o bien que se fundan fácilmente con el resto de elementos decorativos. También hay que recordar que este estilo se basa en la sostenibilidad por lo que aunque se utilicen materiales naturales es importante que sean 100% sostenibles y ecológicos.
Los sofás y paneles que usemos determinarán si estamos ejecutando correctamente este minimalismo cálido. Se recomienda utilizar elementos de diseño geométrico inspirados en la naturaleza, como la gama Brown Sugar o Atlas de Arketipo o Morrison. Aunque la tonalidad de los mismos no sea necesariamente clave ya que buscamos jugar con todo el espacio. Mientras que en cuanto a paneles, cuanta más luminosidad transmite mejor, como en los Paneles correderos Light de ADL.
Como comentábamos anteriormente, este tipo de diseño tiene una clara mezcla de inspiraciones en las que el Japandi y lo mediterráneo se compenetran con lo nórdico. El estilo Japandi lleva unos años siendo tendencia que basa su filosofía en la “imperfección perfecta” que busca apoderarse de lo natural, por eso priman las piezas de artesanía y están muy presentes los elementos que recuerdan a la naturaleza. A ello se le une el estilo mediterráneo más cálido y soledado, en cuya imagen tenemos por ejemplo la arquitectura ibicenca o de las islas griegas como Mykonos pero siempre supeditadas al minimalismo, el gran estilo que las junta para crear ambientes estivales con la filosofía nórdica del “menos es más”.
Al pensar en esos lugares vacacionales es fácil hacerse una idea de las mejores posibilidades que otorga este estilo. Esa profundidad se puede obtener fácilmente gracias a los colores que usamos en nuestro mobiliario. A diferencia del estilo mediterráneo clásico, aquí los tonos rojizos, ciruela e incluso ocres o naranjas ganan en importancia en contraposición con la tonalidad gris o azulada que suele dominar el estilo nórdico. Con ello conseguiremos que la luz que entre lo haga marcada por la intensidad del color, a la que podemos añadir algún truco como aumentar la altura del techo y minimizar las particiones internas para que las estancias ganen en espacio y luz.
Si nuestro hogar tiene estancias externas, debemos potenciarlas. Para ello, podemos tomar ideas de ADL y sus nuevos estilos como el LEVANTE, que aporta una solución para separar ambientes y controlar la luz entre terrazas, porches, jardines y los espacios interiores. Sin duda la luz es un elemento primordial con el que gracias al buen clima que suele haber en nuestro territorio, lo tenemos fácil.
Las claves de esta tendencia, en los elementos decorativos
Este minimalismo presta especial atención a los elementos decorativos con que potenciamos la calidez y no necesariamente lo hace pensando únicamente en los colores, sino que supone adentrarse en una filosofía personalista. Por ejemplo, un cuadro con un significado especial puede ser la diferencia entre una pared aséptica y un rincón que transmita esa calidez. Por supuesto si estos elementos cuentan con una tonalidad similar o que no perjudiquen la armonía, siempre será un elemento extra al que acudir, así que piensa bien esas pequeñas cosas que te hacen ser quién eres y cómo utilizarlas para mejorar la sensación de hogar en tu casa.
Los estantes o librerias pueden hacernos el favor de soportar estos “mementos” y darles un significado más profundo, sobre todo de cara a las visitas que tengamos. También podemos utilizar elementos externos como radiadores de diseño o parqués para conseguir nuestro objetivo de dotar de calidez.
Otro tema a tener en cuenta son las telas. Los tejidos con los que cubrimos nuestro hogar dicen también mucho de nosotros, por ello es imprescindible que sean adecuados y cumplan dos funciones: dejar pasar la luz y denotar una sensación agradable al observarlos. Un ejemplo serían las cortinas de diseño, que pueden ser el mejor aliado para hacer que una estancia sea brillante y evitar el exceso de luz o que reflecte en otros materiales, uno de los riesgos del minimalismo cálido..