Ya hemos visto en ocasiones anteriores que la decoración de interiores tiene un profundo impacto en nuestra psicología y bienestar emocional. No es un tema baladí como pudiera parecer, y es que cada aspecto que damos a la decoración, desde el estilo general con el que queremos dotar al lugar, hasta los detalles que parecen más insignificantes tienen un efecto directo sobre cómo nos sentimos en el entorno que hemos creado además de reflejar en última instancia nuestra personalidad.
Un refugio para nuestros sueños
Cada uno tenemos una relación íntima con nuestro hogar y por eso cuando hablamos de psicología aplicada debemos tener en cuenta una serie de elementos personales que varían de uno a otro. De primeras hay que tener en cuenta que es el lugar donde buscamos refugio para relajarnos y en el que buscamos sentirnos cómodos fuera del mundo exterior. Es por ello que crear un “microcosmos” afín es fundamental para sentirnos a gusto con nuestro entorno y mejorar si cabe nuestro estado de ánimo. Más allá de la mera selección estética de colores y muebles, se encuentra un enfoque que busca comprender las complejas interacciones entre los espacios habitables y la mente humana de quien los habita, con el objetivo de crear ambientes que fomenten el bienestar emocional y la expresión personal como alguna de las funciones básicas que debe cumplir un espacio bien diseñado.
Por ejemplo, un espacio minimalista con líneas limpias y colores suaves puede transmitir tranquilidad y serenidad, permitiéndonos despejar nuestra mente del caos externo. Por otro lado, un ambiente bohemio y ecléctico puede despertar nuestra creatividad y estimular nuestros sentidos, invitándonos a explorar y descubrir nuevas ideas. Además, insertar pequeñas pinceladas de personalidad propia siempre ayuda a destacar aún más la personalidad e individualidad del hogar.
En este contexto, la figura del diseñador de interiores se convierte en un intérprete de los anhelos y necesidades de sus clientes. Su labor, como mediador entre estos requerimientos y el proyecto terminado,trasciende los límites de lo meramente estético, adentrándose en un territorio donde confluyen el arte, la funcionalidad y el conocimiento profundo de la psique humana.
Un diseñador de interiores perspicaz entiende que cada espacio es un reflejo del alma de quienes lo habitan. Cada rincón, cada detalle, comunica un mensaje sutil pero poderoso sobre la personalidad y los estados emocionales de los residentes. Por ello, la tarea fundamental consiste en establecer una profunda conexión con el cliente, desentrañando sus deseos, sus experiencias y sus aspiraciones para plasmarlos en una composición arquitectónica y estética única.
Pero las ideas se tienen que materializar con productos que realmente destaquen en cuanto a calidad y definición de lo que queremos conseguir, por ello marcas como Modulnova comprenden la importancia de esta conexión entre la psicología y la estética. Sus diseños, cuidadosamente elaborados, tienen en cuenta no solo la belleza de los acabados, sino también la funcionalidad y el impacto emocional en quienes los disfrutan, con diseños aparentemente sencillos pero sofisticados en su composición y elaboración técnica. Se trata de acabados impecables que realzan la belleza de los espacios que los acogen. Incorporaciones recientes de modulnova como la puerta Edge, dos caras de un sedoso acabado metálico canteado con un listoncillo de nogal incrustado, es un detalle sútil que confiere un lujo especial a estas puertas. Este es el minimalismo que más nos interesa, el que se basa en el detalle, en líneas limpias, colores neutros, espacios despejados pero sobre todo en la calidad de sus materiales y composiciones. Otras firmas nos acompañan en esta filosofía y nos ayudan a realizar nuestros proyectos de manera eficaz como Caccaro, Potocco, Albiol Modular, Horm, entre muchos otros.
La psicología en decoración
Al elegir el estilo de decoración adecuado para tu personalidad, es importante tener en cuenta tus preferencias individuales y cómo te gusta vivir. Ya sea que te sientas atraído por la sencillez del estilo minimalista, la audacia del estilo contemporáneo, la calidez del estilo rústico, la libertad del estilo bohemio o la elegancia y funcionalidad del estilo escandinavo, hay una amplia gama de opciones disponibles para ti.
Tonos cálidos como el rojo y el naranja pueden generar energía y estimulación, mientras que los colores fríos como el azul y el verde pueden transmitir calma y tranquilidad. Es importante tener en cuenta la psicología del color al seleccionar la paleta para cada habitación.
La iluminación va unida directamente a este aspecto y juega un papel fundamental en cómo nos sentimos en el hogar. A veces estas tonalidades cálidas que mencionamos anteriormente, se adquieren utilizando el color de la luz. Esto nos permite tener en casa luz solar diurna, mientras que al anochecer, y encender las luces eléctricas, tiñamos el ambiente de esas tonalidades más cálidas, que acompañarán a nuestro ritmo circadiano hacia el descanso y finalmente el sueño.
Sabemos que la luz natural puede mejorar nuestro estado de ánimo, aumentar la productividad y promover la sensación de bienestar. Por otro lado, la luz artificial demasiado azul durante la noche, puede afectar nuestra calidad del sueño y generar fatiga visual. Es esencial buscar un equilibrio adecuado entre la luz natural y la artificial,para adaptar la iluminación a nuestras necesidades emocionales y funcionales. O de manera más sencilla, incorporando productos que imitan el ciclo de la luz natural como los de Coelux.
Pero no sólo es importante la luz en sí, sino la fuente emisora, las luminarias. Su forma y disposición pueden ser fundamentales a la hora de iluminar correctamente un espacio que aspira a ser confortable, evitando deslumbramiento y enriqueciendo el espacio con su enfoque. Más allá de los aspectos funcionales, el valor estético de estos objetos aportarán personalidad al lugar y serán un disfrute verlas bien encajadas en un ambiente. Firmas como Lodes, B-lux, Nemo, Kundalini o Terzani cubrirán el amplio espectro de tipologías de luminarias, que van desde lo técnico a lo decorativo, tan necesarias en un buen proyecto de interiores personalizado.
La disposición y distribución de los muebles también influyen en nuestra psicología. Un espacio despejado y organizado puede generar una sensación de calma y claridad mental, mientras que un espacio abarrotado y desordenado puede generar ansiedad y estrés. Es importante considerar la funcionalidad y la circulación al diseñar el diseño de un espacio, asegurándonos de que los muebles estén ubicados de manera que promueva la comodidad y la armonía.
La conexión con la naturaleza es otro aspecto crucial en el diseño de interiores y su impacto en nuestra psicología. Diversos estudios han demostrado que la presencia de elementos naturales, como plantas o materiales orgánicos, puede reducir el estrés, mejorar la concentración y aumentar nuestra sensación de bienestar. Integrar elementos naturales en nuestro hogar, como incorporar plantas en diferentes espacios o utilizar materiales sostenibles y ecológicos, puede crear una conexión con la naturaleza y fomentar un ambiente saludable y relajante.
La psicología aplicada a la decoración de interiores revela la intersección entre el arte, la funcionalidad y la ciencia del comportamiento humano. Un diseñador de interiores competente aprovecha esta comprensión profunda para crear espacios que van más allá de lo estéticamente agradable, convirtiéndolos en lugares que nutren el alma, inspiran la creatividad y promueven una conexión profunda con el entorno. En manos de un diseñador de interiores experto, cada espacio se convierte en un testimonio de la complejidad y la belleza de la mente humana.
