Es posible que el concepto de “design thinking” todavía sea un gran desconocido para la gran mayoría a pesar de ser un término que lleva años moviéndose en la industria y que se encuentra en pleno auge. 

Su significado literal “pensamiento de diseño” nos da una orientación sobre lo que busca. Consiste en una metodología de actuación, un pensamiento de diseño para analizar algo (un problema), tal y como lo haría un diseñador, evidentemente con la finalidad de encontrar una solución. En otras palabras, una manera de resolución de problemas. 

Para ello, utiliza la sensibilidad del diseñador y se basa en la lógica y el razonamiento para explorar las posibilidades de lo que podría ser y para crear los resultados deseados que benefician al usuario final. Se trata de un tipo de metodología enfocada al desarrollo de producto pero se usa en todo tipo de innovación y las principales empresas que lo promueven están enfocadas a la acción y pueden estar dedicadas a cualquier industria ya que se trata de un concepto que se puede usar de manera dinámica en todos los lugares que queramos.

Optimización como valor principal

En una época en la que cada vez nos movemos más rápido y casi sin pensar en lo que hacemos, el design thinking se erige como una tendencia alternativa junto al slow design del que hablamos recientemente y que busca reincidir en la identidad de nuestro hogar.

Partimos de la base que nuestra identidad como individuos no sólo la componen nuestros gustos, personalidad y forma de ser, también influye el lugar en que vivimos, es parte de nuestras experiencias pasadas y futuras y debe haber un enfoque que las sume para descifrar qué es lo que queremos ser y apoyarnos en nuestro día a día para alcanzar nuestras metas.

Se demandan espacios flexibles, con capacidad de adaptación a los cambios tanto a nivel personal o familiar (aumentar el número de miembros) como en procesos de trabajo si hablamos de espacios industriales. Espacios, en definitiva, en los que sea posible recrear diferentes tipos de ambientes en función del tipo de trabajo a realizar o del tipo de sector a desarrollar. Lugares que permitan una reinvención rápida.

Para alcanzar estos objetivos, la metodología se divide en varias áreas que es diferente dependiendo de los autores y que van dirigidas a diseñadores principalmente, pero que debido a lo personal del hogar, todas las partes deben tenerse en cuenta y ser escuchadas. Generalmente esta metodología se define en cinco fases aunque las vamos a agrupar en 3 grandes más generales que son las que el cliente más debe tener en cuenta.

Fase 1: Encontrar el problema e idear la solución

Se trata de una parte teórica en la que el diseñador y el cliente empatizan y buscan una solución conjunta a un problema presentado, primero a modo de brainstorming y después centrando las ideas en las ideas que mejor aporten al proyecto. Por lo general, la habitabilidad busca la optimización de espacios y sumergir a éstos dentro de la poética de la identidad que buscamos.

Fase 2: Prototipado

Con estas ideas en mente, se lleva a cabo un estudio de viabilidad y desarrollo del producto / servicio de manera completamente personal y de cara a ese proyecto. En esta fase no necesariamente se lleva a cabo la finalización sino que el producto puede cambiar y ser modificado de manera orgánica una vez lo vayamos visualizando, además de ser una fase en la que verificar si las funciones y características seleccionadas son viables y si verdaderamente pueden llevarse a la realidad.

Fase 3: Validación

Aquí podemos hablar de la solución al problema inicial. Su principal atractivo es el de convertir los problemas en oportunidades gracias a un proceso creativo cuya máxima es innovar satisfaciendo las necesidades y deseos de los clientes en ambientes funcionales y estéticos.

La revolución en el interiorismo

Los espacios en las oficinas, hospitales, apartamentos o aeropuertos se basan en una serie de medidas en las que prima este pensamiento de diseño y suponen no sólo un desafío de cara a la creatividad sino también a las necesidades del espacio mismo.

Es un estilo de pensamiento, por tanto, que lleva muchos años como principal motor del diseño de lujo y personalizado. La revolución en el interiorismo del que hablamos supone cambiar el estilo de vida en un hogar y optimizarlo en base a las necesidades de los habitantes (amas de casa, estudiantes, empresarios, personal de la limpieza etc) integrando espacios dignos de exhibición a visitas pero cómodos y funcionales.

Se trata, sobre todo, de un paso adelante en cuanto a personalización tanto del hogar como de la propia marca, que busca hacernos sentir especiales y a la vez estar a la vanguardia en cuanto a diseño.

En Materia estamos a tu disposición para cualquier proyecto que se te ocurra ¿Aún tienes alguna duda sobre por qué elegirnos? Contacta con nosotros y resolveremos cualquier cuestión que te haya surgido.