Ahora que llega el frío es el momento de renovar o preparar nuestro hogar de cara al invierno del mismo modo que hacemos con el cambio de armario. La decoración y la estructura pueden determinar la luminosidad y hacer que el consumo energético sea menor.
Preparándonos para el frío
En numerosas ocasiones nos encontramos con artículos sobre tendencias en el hogar orientadas a una estación del año. Aunque es importante aclimatar las estancias al clima dominante, hay un punto que suele dejarse de lado, y es contar con una buena configuración base sobre la que renovar estacionalmente el hogar.
Para ello un primer paso es detenernos a comprobar los tonos que utilizamos en nuestra casa como base para adaptarnos. Por ejemplo, no es lo mismo adaptar unos tonos beige a la época navideña que un gris perla. Para el primero contamos ya con cierta calidez, con lo que deberemos enfocar la decoración y el mobiliario en tonos negros o blancos, para generar contraste ya que es un color suave algo intermedio. En cambio para el gris perla debemos jugar más con las tonalidades ocres, rojos y similares, ya que contrastes demasiado altos pueden dar al traste con nuestras intenciones.
Si no sabemos todavía cómo vamos a combinar los colores, los estilos neutros son siempre recurrentes y se adaptan bien a cualquier época del año. De esta manera dejaremos en manos de la decoración floral o estacional lo que queremos que la casa diga de nosotros.
Aunque si hay un elemento decorativo que nos ayuda a mantener el calor en los meses fríos esos son las alfombras y las cortinas. Podemos utilizar diferentes tipos de cortina dependiendo de cómo queremos que luzca nuestro hogar. Incluso un sistema de paneles que actúen a modo de cortinas pueden ser la mejor solución para la entrada de luz.
También podemos optar por “vestir” las paredes con algún que otro elemento decorativo que queramos resaltar, aunque lo ideal es no recargarlas demasiado para evitar una sensación de sobrecarga en el hogar.
Otro elemento que no se suele tener en cuenta como elemento decorativo son los radiadores. Si bien son indispensables para las bajas temperaturas que se dan incluso en las grandes ciudades, no se suele tener en cuenta como elemento decorativo y sin embargo, puede revestir tu hogar como si de una escultura se tratase.
Los radiadores MILANO (imagen de la derecha) mimetizan tanto con el entorno que piden ser tenidas en cuenta como obras de arte que además son funcionales de cara a mantener la calidez de nuestro hogar.
Si por el contrario contamos con calefacción central pero algunas estancias quedan algo frías podemos instalar pequeños radiadores a modo de estufas como los nuevos radiadores de diseño EVE, que permiten la entrada de calor e incluso cuentan con un pequeño sistema de iluminación para mantener las estancias visibles e imitando la luz natural.
Si además de cortinas, alfombras y radiadores queremos disfrutar de momentos particulares en un día de lluvia, qué mejor que utilizar una manta de lana, que además de ayudarnos a evitar el frío nos permite utilizarla como un elemento decorativo invernal perfecto que nos transporten a parajes de ensueño como si estuviésemos en medio de unas colinas islandesas rodeados de tranquilidad.
Utilizar trucos para aprovechar las horas de luz también puede ser una estrategia para “caldear” el ambiente hogareño y además reducir hasta en un 15% el consumo de energético. Para ello lo ideal es subir las persianas y calentar la casa Y, cuando las horas de sol se acaben, baja las persianas para disminuir la entrada de frío.
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